Sois muchos los que os decidís a instalar cámaras de seguridad en vuestras casas o negocios. Sistemas cada vez más innovadores y que cuentan con tecnología más avanzada que os ayudan en la detección automática y en tiempo real de situaciones concretas que afectan a vuestra seguridad.
Una de las principales dudas que se os presenta a la hora de instalar una cámara de seguridad es si la cámara debe ser una cámara analógica o una cámara IP.
Cámaras IP o analógicas, ¿cuál es la mejor solución?
La respuesta varía dependiendo de muchos factores: el tipo de cliente, sus necesidades, la infraestructura o el uso que el cliente le quiere dar.
Es cierto que gracias a las nuevas gamas de calidad Full HD, la tecnología analógica consigue proporcionar unos resultados excelentes siendo, en ocasiones, un producto más económico debido a la utilización de cableados existentes y a la facilidad de instalación y conexión.
Sin embargo, cuando se trata de realizar una instalación desde cero, en Trablisa recomendamos apostar e invertir en tecnología IP.
Los valores añadidos que aporta, como por ejemplo, la inteligencia artificial, permiten transformar una cámara de seguridad, controlada manualmente, en un completo sistema automático de seguimiento que mantiene al intruso vigilado en todo momento. La gran ventaja de estas soluciones es que eliminan el cotidiano proceso de monitorización masiva de vídeo, permitiendo a los vigilantes concentrarse en la toma de decisiones basadas en la relevancia de los incidentes que el sistema ha detectado automáticamente, minimizando las falsas alarmas y anticipándose proactivamente a las situaciones que realmente representan una amenaza.
De todos modos, tal y como hemos indicado al principio, cada cliente tiene sus propias peculiaridades y necesidades con lo que será necesario evaluar cada caso y determinar cuál es la cámara adecuada para cada cliente.
En Trablisa estamos en constante innovación, para poner a su disposición los últimos avances tecnológicos que existen en el mercado.
